Hace 20 años, cuando la palabra alzhéimer era una gran desconocida para la mayor parte de la sociedad, un grupo de mujeres y hombres comenzamos a buscar respuestas ante un problema común. Todos nosotros vivíamos con impotencia el avance de una enfermedad en un ser querido sin conocer, porque así era entonces, causas ni consecuencias. Y lo que más nos atormentaba, sin disponer de un centro al que acudir, un apoyo que solicitar.
Hace dos décadas, ese grupo de mujeres y hombres decidimos cambiar la situación y, en apenas unos meses, constituimos AFAL Ferrolterra. Teníamos para ello lo más importante: toda la ilusión, ganas de trabajar, capacidad de sacrificar muchas horas a nuestra propia familia y la necesidad de ayudar a nuestros familiares afectados.
Ese empeño, esa lucha del día a día, fructificó en la apertura de nuestro Centro de Día Terapéutico para enfermos de alzhéimer. Ferrol se convirtió en la primera ciudad de Galicia en disponer de unas instalaciones de este tipo impulsadas por una asociación. Y ello trajo consigo una mejor atención al enfermo y la puesta en marcha de los servicios necesarios para prestar una atención integral a las familias. Años después, y continuando en la línea de trabajo inicial, nuestra labor recibía un respaldo importante al lograr la gestión, en concurso público, del Centro de Día Terapéutico de la Red Pública de Alzheimer creado por la Xunta de Galicia.
En este tiempo, AFAL Ferrolterra ha atendido a cientos de enfermos y familias y seguirá haciéndolo. Se ha convertido en una asociación que da empleo a decenas de hombres y mujeres. Y, de lo que nos sentimos más orgullosos, hoy en día, las familias golpeadas por la enfermedad saben que nos tienen al lado para acompañarlas, ayudarlas, apoyarlas. Ese es el valor fundamental de AFAL, las personas. Los enfermos, las familias y su equipo humano, trabajadores y voluntarios.